Kenneth, enhorabuena por su récord, ¿cuándo se unió a Bil-Jax y por qué?

Conocí a una chica en la casa del vecino de al lado, nos enamoramos en 1971 y nos casamos en 1974. Su padre trabajaba en Bil-Jax, debí gustarle y me dijo que viniera y presentara una solicitud en septiembre porque estaban buscando más gente. Así que, en septiembre de 1971, fui y presenté mi solicitud y fui contratado por Don Sigg, el superintendente de la planta. Creo que hicieron una buena elección, y yo también hice una buena elección al decidir trabajar con ellos. Era una empresa pequeña en ese momento y cuando me contrataron mi número era el 39 en la lista de antigüedad.

La historia de esta empresa es la razón por la que todavía estoy aquí, ya que fue iniciada por una familia que amaba al Señor y es una herencia que nunca olvidaré.

Trabajando aquí, he tenido que enfrentarme a muchos desafíos a lo largo de estos años. Me encantan los desafíos cuando se me presentan y suponen una gran satisfacción personal cuando los logro superar.