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Archbold en modo Yello

Lanzado hace 2 años, el programa Yello coloca a los colaboradores en el centro del rendimiento.

¿Cómo? Favoreciendo su compromiso para que se apropien de los retos estratégicos e implementen sus propios medios de acción. Da lugar a una nueva estrategia, totalmente innovadora, que está tomando forma en nuestra sede de Archbold, en Estados Unidos.

El programa Yello se concretiza en la fábrica de Archbold (EE. UU.). Como lo explica Mathieu Cottier, director de la sede:

«hemos comunicado la visión Ambición 2025 y los retos de 2023 a los empleados. Los han hecho propios y ahora pueden ofrecer todo lo que quieran para responder».

Para favorecer el compromiso de los equipos, primero hubo que crear un entorno favorable e implementar herramientas, como por ejemplo una «Yello House» en la que los empleados podían expresarse, participar en talleres… «La idea era que los empleados tuvieran en sus manos las claves y el control de su rendimiento», explica Mathieu Cottier.

Reinventar nuestra forma de trabajar

Para Frédéric Goncalves, director de excelencia operativa del grupo, «lo que Mathieu ha entendido es que hay que saber dejarse llevar. Cada vez que se define un objetivo, se tiene en cuenta a las personas que lo van a realizar. Tienen que poder hacerlo propio y encontrar un beneficio. Es lo que marca la diferencia».

Se ha llevado a cabo un gran trabajo de fondo: formación en materia de gestión, kick-off, aumento del número de «líderes» referentes Yello dentro de los equipos… Frédéric Goncalves también acudió 3 veces a la sede para ayudar a implementar el programa.

Multiplicar nuestro rendimiento

Yello no es una simple herramienta de implementación, es una nueva forma de pensar un proyecto en su totalidad. «Actualmente, estamos empezando un nuevo proyecto, muy importante. Antes, habríamos empezando con «cuánto vamos a ganar». Ahora que hemos adoptado un pensamiento Yello, primero, nos hemos preguntado «cómo movilizar a los empleados» y «cómo van a encontrar la motivación para trabajar»», cuenta Mathieu Cottier.

Obviamente, la finalidad de esta estrategia es conseguir resultados. Pero, como lo recuerda Frédéric Goncalves: «con compromiso y motivación, se multiplica el rendimiento». Se trata, ante todo, de volver a colocar a los empleados en el centro del proyecto para que sean actores de su rendimiento, de acuerdo con los valores del grupo: Respeto, Compromiso, Rendimiento.

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