El trabajo de la comisión NPD ha permitido activar tres estímulos determinantes para el proceso de desarrollo. En primer lugar, se trata de aclarar las «reglas del juego» para los equipos de proyectos. Hablando claro, a partir de ahora, cada actividad dispondrá de una hoja de ruta precisa y formalizada.

Luego, el NPD brinda un marco práctico en lo cotidiano. Por ejemplo, prevé una auditoría antes de la validación de cada etapa para asegurarse de que el proyecto sigue el curso adecuado. Y como nuestras actividades evolucionan permanentemente, la comisión NPD ha previsto la creación de una plataforma de mejora continua. «También hemos previsto celebrar los pasajes de GATE. Esto permitirá valorar cada etapa y, al mismo tiempo, garantizar la madurez del proyecto», aclaran Arnaud Robardey y Benoît Baleydier.

Por último, la comisión NPD contribuye a la instauración de una «cultura de proyecto» con el establecimiento de un vocabulario común.